domingo, 20 de enero de 2013

Capítulo 27: París, la ciudad del amor


*Narra Ivonne*

¡Genial! Tan solo faltaba una semana para que emprendiéramos el viaje hacia España en ese precioso crucero. Nos citaron en la Sala de Usos Múltiples del Instituto para darnos los últimos detalles, como el peso de la maleta, la hora de salida y llegada....Etc.

Por fin llegó el gran día. El autobús hasta la costa emprendería su camino a las seis de la mañana, por lo que a las cinco, la mayoría ya estábamos levantados, desayunando, arreglándonos y echando un vistazo y el último repaso a todo lo que nos llevábamos.



En el autocar, como era de esperar, me senté con Liam. Me dormí apoyada en su hombro. Estaba reventada, y cuando llegamos, el me despertó con un dulce beso y una caricia en el pelo.

En cuanto salimos del bus, y vimos frente a nosotros aquel pedazo de barco-crucero, nos quedamos con la boca abierta.

- Bien...Pues, vamos a pasar a dar los nombres de los alumnos y su número de habitación. -Aclaró el director- Nos reuniremos todos esta tarde a las siete en la cubierta "Luna Azul" ¿De acuerdo?
- Sí, señor director. -Asentimos todos. Tras una largas lista de alumnos y alumnas que se iba yendo a sus habitaciones, llegaron nuestros nombres.-
- Alejandra Díaz. Josh Devine. Camarote 206. -Álex besó a Niall y se despidió de nosotros, le dio un abrazo a Josh y se fueron juntos en busca de su habitación- Niall Horan y Anthony Collins. Camarote 234. -Niall se fue, con cara de decepción- Carolina Singht. Zayn Malik. Camarote 103. -Carolina y Zayn se fueron agarrados de la mano, arrastrando sus pesadas maletas- Diana Martínez y James Coleman. Camarote 89. -Diana se quedó paralizada, miró a Louis, confusa y se fue- Ivonne Williams. Liam Payne. Número...22. -Me fui con Liam a mi camarote, pero antes, pude escuchar alto y claro- Harry Styles. Lilly Scott. Número 401.

El camarote era perfecto, enorme y precioso. Tenía un pequeño balcón, desde el que podíamos ver el mar. Era muy romántico.
Liam se acercó a mí, mientras estaba asomada al balcón, me cogió de la cintura y me besó.

Louis al final pudo compartir camarote con Diana, le cambió su plaza a ese tal James Coleman...Pero Niall, por mucho que intentó hablar con Josh, no consiguió nada.

*Narra Álex* 

La noche del día en que llegamos al barco, Josh estaba muy contento.
Se acercó a mi y me besó. Fue muy directo, se quitó la camiseta y me bajó los pantalones.

- Josh...Josh para.... -Dije entre besos-
- ¿Qué pasa princesa?
- ¿No lo recuerdas? ¡Niall! Es mi novio...Y...Y tu amigo.
- No se enterará de nada, no te preocupes...
- No Josh, lo siento es que....No quiero hacerle daño, de verdad....

Me tumbé en la cama, intentando dormir, pero mi conciencia no estaba tranquila.....¿Y si Niall se enteraba? Yo lo quiero, y no podía dejar que pasase eso...Su tierna y dulce voz resonaba en mi cabeza...Empecé a sentirme un poco mareada...Cerré los ojos y me dormí.

A la mañana siguiente, cuando desperté, Josh me dijo que lo sentía muchísimo, y que si podíamos seguir siendo amigos.

- ¡Claro! -Le contesté yo- Está todo bien...No hay ningún problema. -Me vestí, me peiné y bajé a desayunar con Niall y los demás.-
- ¿Cómo has dormido cariño?
- Muy bien, aunque...Mucho mejor si estás tú....

Esa mañana nos dejaron salir a tierra, ya que habíamos llegado a Francia.

- Un autobús os llevará hasta París. Una vez allí podéis seguir al guía o separaros, siempre que vayáis acompañados por otra persona.
- De acuerdo.

Una vez hubimos llegado, Niall me cogió de la mano y me llevó a un impresionante Nando's allí comimos. Estuvimos paseando por París y por la noche, fuimos a la Torre Eiffel. Fue una noche fantástica....

*Narra Zayn*

Carolina y yo decidimos no seguir al guía...Nadie lo hizo, fue muy patético.
Empezamos a andar de aquí para allá, sin ningún rumbo. Nunca habíamos estado en Francia, y vimos muchos monumentos y cosas interesantes....Comimos en un bar llamado "Je t'aime" y nos dimos cuenta de que nos habíamos perdido.
Llegó la noche, y seguíamos sin encontrar aquella maldita calle en la que el autobús nos recogería.
No teníamos dinero para pagar un hotel, y hacer AutoStop para llegar al puerto era demasiado peligroso. Estábamos atrapados en aquella maravillosa ciudad.



Nos tumbamos en el césped de un parque cercano. Carolina me besó y me prometió que todo saldría bien. Ella se durmió, acurrucada sobre mi pecho, pero yo no pegué ojo en toda la noche.
No podía dejar que le pasara nada.

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