miércoles, 19 de diciembre de 2012

Capítulo 2: La primera impresión


*Narra Harry*

 Me sonó el teléfono y en el momento en el que oí ese dulce "¡Hola!" reconocí su
 voz. Era Diana, mi mejor amiga, que se había mudado hacía tres años a
 Madrid. Sin duda, era ella. Estaba asustado...¿Se habría vuelto otra de las muchas fans que solo nos querían por el dinero y la fama? No creo. Diana no era así.

 *Conversación telefónica*

 - ¡Hola!
 - ¡Dianaa! No me lo puedo creer, eres tú!
 - Ja ja ja ja ja....¡Si!
 - ¿Qué tal?
 - Genial, gracias. Oye, mira...Tengo una beca para estudiar aquí, en Londres,
   y me preguntaba si querías quedar hoy, bueno, esta tarde...
 - ¿De verdad? Me encantaría, y, respecto a la beca...¡Eso es fantástico!
   Bueno pues... ¿Paso a recogerte?
 - ¡Vale! Estoy en el apartamento de unas amigas. En la urbanización Sweet
   Water.
 - Vale, estaré allí a las cuatro.
 - Hasta esta tarde entonces.
 - Adiós.

 *Fin de la conversación telefónica*

 Estaba deseando que llegara esta tarde, pero antes, había quedado con los
 en Nando's.

 Comimos bastante rápido y Louis y yo nos fuimos a casa...Estaba muy
 nervioso, pero emocionado a la vez. No la había visto desde hacía tres
 años, y los dos teníamos una complicidad impresionante, esperaba que eso no
 hubiera cambiado. Subí a mi cuarto y estuve en Twitter un rato. Luego, llegó la
 hora de irse.

 *Narra Carolina*

 Estaba súper-nerviosa, mucho más que Diana, porque... ¡Por fin podría conocer
 a uno de los integrantes de One Direction!...Pero el apartamento estaba
 demasiado desordenado, así que me puse a ordenar como loca con Álex.

 Diana se puso súper-guapa pero informal. Levaba unos pitillos grises con un
 jersey de lana muy calentito de color blanco, con un lacito negro en el pecho.

 Harry se presentó poco después de terminar de ordenar el apartamento.
 Yo abrí la puerta y me quedé paralizada, como era de esperar, pero el rompió
 el hielo diciendo "¡Hola! ¿Está Diana? Soy Harry...he quedado con ella"
 y me plantó dos besos en la mejilla.
 Yo le contesté y llamé a Diana, aunque antes lo invité a que pasara.

 *Narra Alejandra*  

  Era más alto de lo que esperaba, y en cuanto entró en el salón sentí como
  mi corazón se aceleraba. Me dio dos besos, y me cayó muy bien, era muy
  simpático y con sentido del humor...y de repente dijo:

 - ¿Queréis venir?

 Yo me quedé un poco atontada, no podía creerlo, tenía a Harry Styles enfrente, diciendo que si quería salir
 a dar una vuelta con él y con mis dos mejores amigas... ¡Era fantástico!. Entonces, al verme tan
 estupefacta, Harry sacó su iPhone e hizo una misteriosa llamada. Al poco tiempo, se oyó a alguien al
 otro lado de la línea, alguien con un acento muy peculiar...Acento Irlandés.
 Era Niall Horan....Mi ídolo desde hacía muchísimo tiempo y me quedé con la boca abierta, al oírlo decir
 que venían para acá pero...¡¿Veníán?! ¿Significaba eso que vendrían también Louis, Liam y Zayn?
 En efecto, unos minutos más tarde sonó el timbre, y, cuando me dispuse a abrir, vi cómo Carolina
 se arreglaba el pelo y se alisaba las arrugas de su camiseta. Al abrir la puerta, creí que me moría....

 *Narra Liam* 

 Se abrió la puerta y vimos a una chica pelirroja, con gafas y con unos ojos verdes que hacían que te
 perdieses en ellos...Ella se presentó, y, cuando nos dio dos besos a cada uno, lo comprendí
 todo; me había enamorado de ella a primera vista.

 Era alta y delgada, y sin duda muy segura de sí misma, con mucho sentido del humor y una sonrisa
 insuperable. Carolina y Diana también se presentaron, y vi cómo Zayn y Carolina se miraban, había
 mucha química entre ellos....

Nos fuimos a pasear a un parque cercano, y hablamos mucho.
Carolina y Alejandra vivían juntas, en aquel apartamento en el que mi corazón dio un vuelco, y estudiaban  magisterio, y tenían trabajos a tiempo parcial en una repostería, las dos sabían cocinar muy bien y nos aseguraron que la próxima vez que nos viéramos, nos prepararían alguna comida.
Diana estudiaba en una bellas artes, y sus asignaturas eran muy variadas; desde el canto, la danza y la
música, hasta la escultura, el dibujo y la fotografía. Se alojaba en una residencia.

Y así, hablando, nos dieron las siete, y todos nos fuimos a nuestras casas. Tenía el número de las chicas y estaba dispuesto a llamar a Álex para una cita, aunque esperaría, para ver si ella sentía lo mismo por mi,
lo cual de momento, no se había demostrado.

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