domingo, 24 de marzo de 2013

Capítulo 35: ............


*Narra Carolina*

Sonó el timbre, y mi primera reacción fue correr hacia el aula. La primera clase de la mañana sería Lengua y Literatura. ¡Qué guay! (Ironía).

Al abrir la puerta de la clase, me di cuenta de que casi todos mis compañeros ya estaban allí. Me miraron, e inmediatamente cambiaron su expresión anterior de la cara, y empezaron a reír y a murmurar cosas inaudibles.

Cuando llegué a mi asiento, en las últimas filas, Álex llegó corriendo, un poco agitada, y se sentó a mi lado. Empezó a repetirme, como ya había hecho miles de veces, todo lo que sentía por Niall, y como la cuidaba, y como lo quería de nuevo...

Mi concentración fue disminuyendo, y las palabras de la profesora y de mi amiga fueron apagándose para mis oídos. Pero de repente, tres golpes secos, sordos, hicieron que mi cerebro prestara toda la atención del mundo, hacia la puerta.

- Lo siento profesora, no volverá a ocurrir. -Era una voz demasiado familiar, era la voz de Liam.-
- Está bien, pero solo por hoy. Pasen. -¿Pasen? ¿Quién más venía con Liam? ¿Por qué llegaban tarde?-

Pero mis preguntas pronto obtuvieron respuesta.
Megan apareció detrás de Liam, agarrando suavemente su mano. Un escalofrío y un mar de rabia, furia e ira recorrieron mi espalda, y sin embargo, en el fondo, un dolor y un odio intensos comenzó a hundirme. Simplemente quería llorar.



Por lo que parecía, eso es lo que había estado haciendo Megan, que llegaba con la cara roja y humedecida, al igual que lo estaban mis ojos, a punto de estallar en lágrimas.

Sonó la sirena, y Megan se levantó corriendo, y fue a darle un fuerte abrazo a Liam. ¿Qué me estaba pasando? ¿Acaso estaba enamorada de Liam?

Fui corriendo hacia la puerta, pero una voz me detuvo, una hiriente y potente voz.

- Vaya, parece que el temita te ha afectado mucho. -Dijo, y soltó una risotada.- No sabes como disfrutó Zayn ayer por la noche...En mi casa. -Dijo, burlonamente.-
- Perrie, no se lo que te traes entre manos, no sé lo que quieres, no sé que problema tienes con tu vida, pero deja la mía en paz. Sabes perfectamente que te carcomen la rabia y la envidia por dentro. Furcia. -Dije, tajante, con un alto tono de la voz.-

Salí corriendo de allí, ya sin poder contener las lágrimas. Me sentía estúpida. Primero esa reacción por Liam. Luego mi "novio" me engaña, ¿Acaso soy basura?

Seguí corriendo hasta llegar al baño, me senté, apoyándome en la pared y continué con mis insufribles llantos.

*Narra Niall*

 El profesor de matemáticas no vino a darnos la última hora de clase, así que Álex y yo pudimos salir una hora antes.

Los demás no daban matemáticas con nosotros, en esa asignatura ambos somos horribles....Bueno, en fin, fuimos a un parque muy cercano al instituto, y nos tumbamos en el césped, cuando de repente, un perrito vino y empezó a juguetear con nosotros.

- Hey chico, ¿Qué haces aquí? ¿Y tu dueño? -Dije, siguiéndole la corriente.-
- A lo mejor se ha perdido.
- Pues...No lo podemos dejar aquí, ¿No es así?
- ¡Niall! ¿Estás loco? No nos lo podemos quedar.
- Y...¿Entonces?
- Vamos a buscar a su dueño, -Dijo, decidida.- y lo vamos a encontrar.

Así pasamos el resto del día. Hicimos carteles y los repartimos por toda la ciudad de Londres. Lo pasamos genial, y le cogimos muchísimo cariño a nuestro amiguito peludo.

Recorrimos toda la ciudad andando, hasta que por fin, una llamada estalló entre nuestra conversación.

- Pues yo creo que no.
- ¡Sí! Estoy seguro.
- Niall. ¿En serio?
- Sí, deberíamos quedárnoslo. Es demasiado perfecto... -Dije, poniendo ojitos.-
- No. -Sonrió- Tu eres más perfecto. -Y estábamos a punto de besarnos cuando, sí, "Viva la vida" sonó en mi móvil.



*Conversación telefónica Niall & ¿?*

- Hola, llamo por el perrito.
- Emm...sí. ¿Con quién hablo?
- Josh. Josh Devine. El perro es mío. 
- Y...Bueno, ahora...
- Estoy en Hyde Park, llevo todo el día buscándolo. Acabo de ver el cartel y...
- Claro. En seguida vamos. Em...¿Cómo lo reconoceremos?
- Bueno soy....Alto, castaño, la verdad, un tipo bastante feo y normal. 
- Reí- Vamos...No diga eso. En seguida llegaremos. 
- Vale, muchas gracias.

*Fin de la conversación telefónica entre Niall & "Josh"*

*Narra Diana*

Era lunes, a primera hora, y  ya tenía un problema.
Durante toda la clase de historia estuve pasándome notas con Lou. Él...¿Creía? Que a mi me gustaba Lucas. Y, si supiera...
Mi atención no fue la correcta durante las clases, es más, estaba demasiado distraída, preguntándome hasta qué punto sería capaz de aguantar todo lo de Louis....


Sonó la última alarma de fin de clases. Por fin, y busqué a Carolina y Álex.

- Carolina. ¿Dónde está Álex?
- No lo se...¿Por?
- Porque tengo que hablar con vosotras. Por cierto, ¿Te pasa algo? Estás muy rara. ¿Y Zayn?
- No me hables de ese imbécil. No me pasa nada...Pero no lo hagas. En fin...¿Qué pasa nubecita? -Así es como ella me llama-
- Pues...Es que... -En ese momento Lucas me llamó- Bueno, luego te cuento. Tengo que irme, ¡Adiós!

Atravesé el pasillo rapidísimo para encontrarme con Lucas. Allí estaba él, plantado, esperándome.

- Hey, preciosa, ¿Quieres que te acompañe a casa?
- Es que...
- Vamos, sube al coche.
- No de verdad Lucas, yo...
- Sube. -Dijo, y sonrió. Me quedé parada, y cuando despegué mis labios para hablar el gritó.- ¡Sube, joder! -Asentí, y sorprendida, subí al coche.-
- Yo...Lo....¿Siento? -El arrancó, y después de un rato circulando por la ciudad, pregunté:- Lucas...¿Sabes mi dirección? Nos...Estamos alejando bastante...
- Yo te llevaré a donde tu quieras, preciosa.
- Es que yo...Debería estar en casa de Lou...
- Vamos, ¿Vas a ir a casa de ese estúpido? No seas...
- ¿Perdona?
- Sabes que no me llevo muy bien con él.
- ¡Pero es mi mejor amigo! Vamos. Llévame a su casa.

Cuando llegamos a casa de Boo Bear le di un beso en la mejilla a Lucas y salí del coche. Justo antes de cerrar la puerta dije...


- Vamos no seas tonto, no te enfades, ¿Va? - Había que aceptarlo, el muchacho no era feo, y Louis y yo no éramos nada...No pasaba nada si tonteaba un poco, ¿No?-

- Pero...
- Shh...No quiero oír ni un ruidito más sobre este tema por parte de esa boquita, ¿Si?
- ¿Sabes que me encantas? -En ese momento sonreí y cerré la puerta con un golpe seco.-


Llamé a la puerta. Me abrió Fizzy, una de las hermanas de Louis.

- Lo siento, lo siento, lo siento... -Dije muy rápido-
- No pasa nada, -Dijo ella, sonriendo- Louis no está, todavía no ha vuelto. Supongo que te estaría buscando.
- Ay madre. ¡No!
- ¿Qué pasa?
- Es...Bueno, esta mañana se ha cabreado con Lucas y el quería pegarle pero...
- ¿¡Que!?
- Voy a buscarle, ¿Vale? Por favor no digas nada, confío en ti.
- ¡Pues claro que confías en mí, yogurcito! -Así es como me llama ella-
- Bueno chocolatito, ahora vuelvo, ¿Sí? -Sonreí y dejé la mochila caer sobre el suelo, ella asintió y me fui-

Fui corriendo por toda la calle, en busca de Louis. Nada. Fui al instituto, nada.
¿Dónde se metía cada vez que lo buscaba? Cogí mi móvil. Idiota, ¿Cómo no se te había ocurrido antes?


 *Conversación Louis & Diana*

Lou(:
Últ. vez hoy a las 14:51                     

15:36     Hey lou, se puede saber donde te has metido?        




*Narra Megan*

Liam me escuchó llorando, y se acercó a mi para consolarme. 

Estuve contándole todo lo que me pasaba, mientras el asentía, callado, hasta que se atrevió a decir...

- ¿Y? ¿Vas a estar llorando por un chico que tan solo te está utilizando...Para darle celos a otra?
- Reí- ¡No digas eso! Me haces sentir estúpida.
- Tú no eres estúpida. Pero si lo es todo esto. ¿Por qué llorar? No tienes motivo, te estás perjudicando a ti misma.
- ¿Sabes? Eres un tipo genial, Liam. Te quiero.
- Sabes que yo también, por eso no te podía dejar así. Vamos, o llegaremos tarde.

Finalmente entramos en el aula y vimos a todos sentados, y atentos a lo que ocurría en el umbral de la puerta.
El profesor nos dejó entrar, lo cual nos salvó de un castigo.

Minutos después, cuando terminó la clase, pudimos ver como Carolina corría hacia la puerta...No sabía lo que pasaba, pero Liam reaccionó un poco mal al verla llorar, y corrió detrás de ella. Lo cual me decepcionaba, pues me dejaba a mí, sola, pero también lo comprendía, también me había consolado a mi antes, ¿Y, por qué no a ella? 


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