lunes, 4 de marzo de 2013

Capítulo 30: El juego


*Narra Lilly*

Durante semanas dejé de comer, dejé de dormir, deje de ser feliz.

Me decidí. Me temblaban las piernas y las manos.


Lentamente, salí al balcón del camarote. Pasé una pierna por encima de la barra de seguridad, pasé la otra, y me lancé al vacío.

Caí al agua, y pude notar la fuerza del agua que se movía gracias a la hélice del barco, que cada vez estaba mas cerca de mi cuerpo.
Noté como me dejaba llevar, noté como era arrastrada por el motor del barco.
Empecé a sentir un gran dolor. Pude sentir como se rasgaba mi piel, como mis huesos, lentamente se rompían, por la fuerza del motor.

Un dolor sordo, seco. Mis ojos se cerraron, y me quedé allí, agonizando, sangrando, esperando a que mi espíritu subiera al cielo, donde podría verla a ella.


*Narra Harry*

Nunca. En vida. Jamás. Lo he pasado tan mal.
Cuando Lilly despareció, y la encontraron. En el mar. Muerta. Sin vida, no lo podía creer.

Todos mis amigos estaban mal, y yo aún peor. Con ella había pasado malos y buenos momentos.
Abandonamos el barco. Volvimos al instituto, en el que estuvimos unos días sin clase, de luto, en memoria a ellas.

Todas las noches me emborrachaba pensando en ella. Su voz resonaba en mi cabeza, y creí que me estaba volviendo loco.
Finalmente, lo superé. Nunca lo olvidaré, simplemente intentaba hacer como que nada había pasado. Eso hicimos todos, tras dos meses recordándolo, emborrachándonos y llorando.

*Narra Niall*

Todo volvió a la normalidad tras dos meses. Y después de que pasara todo eso, el director nos concedió una casa en el campus del instituto, porque siempre nos pasaban cosas horribles, y pensó que era una forma de hacer que pudiéramos estar más unidos y cuidar más los unos de lo otros.




Así que, intentando olvidarlo todo, y a ser felices en su nombre, empezamos de cero.
La casa era fantástica. Era grande, de campo, tenía jardín, piscina...

- Niall -Dijo Álex con una sonrisa pícara- ¿Quieres, hacer algo...Especial? Hace siglos, que no...Hacemos algo romántico...
- Cuando quieras, amor. -Subimos a la habitación y lentamente fui bajándole los pantalones, quitándole la camiseta....Ella hizo lo mismo conmigo. Empezamos a besarnos, y ella me dio un chupetón en el cuello, aquello me excitó, y eso hizo que aquella noche pusiera todo mi empeño en ella, y en lo que estábamos haciendo.-

*Narra Álex* 


Niall y yo fuimos a comprar una guitarra nueva para el. Me encantaba que  tocara y que me cantara canciones.
Fuimos a un centro comercial cercano al instituto.
Estuvimos decidiendo y probando algunas guitarras y luego fuimos a comer a un Nando's.


Con todo lo que había pasado, notaba como si me hubiera enamorado nuevamente de Niall, y nos tratábamos como si hubiéramos empezado a salir de nuevo. Todo aquello fue como volver a nacer. Niall me trata como una princesa, y me hace sentir guapa y especial...Por no hablar de...Bueno, de esas veces en las que sentimos, bastante placer, a oscuras....
A la mañana siguiente de aquella...Dolorosa, experiencia con Niall, bajé a la cocina y pensé que estaría bien ir a visitar a Josh. Hacía tiempo que no lo veía...
Cogí un plátano y me fui en busca de su habitación en la residencia.

Una vez llegué allí, lo vi. Estaba practicando con la batería. Tocaba de miedo y sentí tanto calor cuando me acerqué a el que empecé a marearme.

- Hola Josh.
- Ah, hola Álex. -Paró de tocar y empezamos a dar un paseo por los jardines del campus. Estuvimos hablando, y se sinceró conmigo, me comentó todo aquel tema de las pastillas y...Bueno, estuve ayudándolo, hasta que lo convencí para que lo dejara, y lo dejó. En menos de una semana.- Josh, estoy muy contenta, lo has conseguido, te lo dije.
- Por ti haría lo que fuera. -Dijo sonriendo. Estábamos tumbados en un césped, era de noche...El se colocó encima de mi y me besó, mordiéndome el labio inferior.

*Narra Zayn*

Las clases habían empezado de nuevo, nos habían regalado una casa, habíamos vuelto a nacer, por así decirlo.

Carolina llamó a la puerta. Acababa de llegar del entrenamiento de animadoras. Por fin habían arreglado las grada, y todo parecía estar bien.
Abrí la puerta y saltó sobre mí. La recibí con un perfecto beso.

Los demás estaban viendo la escena, estaban sentados alrededor de la encimera, y desde ahí podían ver la entrada, (ya que era una casa enorme, en la que la cocina, el salón y el recibidor estaban unidos.
Si bajabas, te encontrabas en un gimnasio, y también teníamos un salón de juegos, un baño, un almacén y un garaje en el sótano.
Si subías encontrabas muchas habitaciones, una biblioteca, una terraza...
Y en el exterior teníamos un patio, con barbacoa, piscina, jardín....)


- Mi amor, ¿subimos? No sabes lo caliente que estoy, y en este momento no me importaría darme un baño contigo.... -Me dijo Carolina, poniendo ojitos. Todos rieron-
- Está bien, dije con una sonrisa pícara, no tengo otra opción...-La besé, y la llevé a las escaleras, que conducían hasta el baño de arriba, en brazos-
- ¡Chicos! No hagáis ese numerito más...Dan ganas de hacer un trío... -Grito Harry, todos reímos a carcajdas-
- Si intentases hacer un trío con nosotros dos, te echaría a patadas.
- No es mi culpa, me excitáis todos con vuestras cosas de pareja -Dijo Harry, sonriendo. Parecía increíble, hacía como si Lilly nunca hubiera formado parte de su vida.- Esta bien Señorito Celosito Malik, no lo intentaré. -Dijo bromeando y riendo-
- Bueno Zayn, ¿Vamos?
- Como quieras princesita.

*Narra Diana*

Durante los primeros días, Liam y Harry se emborrachaban mucho.
Yo soy muy amiga de Harry, como ya sabéis, así que un día decidí ir con el a beber. Por supuesto, Louis me acompañó, porque sabe que no  controlo muy bien el alcohol,y siempre acabo vomitando, desmayándome...etc.




Bueno, como iba diciendo, salí con los chicos a beber, simplemente para olvidar todos mis problemas, y acabamos muy borrachos.

Conocí a un chico, que se llamaba Austin, y yo...Bueno, me enrollé con él.
Yo no sabía lo que hacía, estaba borracha, fuera de mí...
Ese chico, era mucho mayor que yo, y...Bueno, me pegó, discutí con él...Y también con Louis. El también estaba borracho, aunque mucho menos que yo, y nos peleamos, nos seguimos queriendo...Pero no nos soportamos. Es raro, ¿no?


Louis nunca, nunca, se enterará de lo que ese tal Austin me hizo. Sería una forma de caer muy bajo...

Louis bajó a la cocina muy temprano, al igual que yo. Llevábamos semanas sin hablar. Nadie sabía que nos pasaba.

- Buenos días, preciosa -Musitó, sin quitarme el ojo de encima-
- Si tú eres la primera persona que me lo dice ya no son tan buenos, créeme. -Lo sé, me puse muy borde, pero tenía un mal día por todo, el se sorprendió de que le hablara así, y empecé a ver algo de resentimiento en sus ojos -¿Y el resto de los chicos? -Pregunté fría y distante...En el fondo, estaba muriendo por un beso suyo.-
-Si me lo pones tan difícil, me costará demasiado demostrarte que lo quiero solucionar contigo, preciosa -Dijo esto sonriendo satisfactoriamente por llamarme preciosa, pensando que así me ablandaría, pero se equivocó, yo no caería tan fácilmente a sus redes, eso funcionaría con los millones de chicas del resto del mundo, excepto con una, y si, había dado en el clavo- No se donde están los demás, me levanté y la casa estaba vacía-
- No me digas preciosa. No puedo soportarlo. ¿Vas de seductor? ¿Crees que voy a caer a tus pies? Te equivocas, no soy una chica fácil. -De alguna manera, empecé a ponerme nerviosa, y a entrar en su juego. Me lancé hacia él, lo besé, me cogió por la cintura...Me acerco aún más a él, nuestros cuerpos estaban pegados, mientras, él introducía su lengua en mi boca, entonces, paré.- Lo siento, se acabó, no puedo hacerlo.
- Tienes razón, esto ha sido un error, no debería de haberte besado, ni si quiera eres mi tipo -Le miré enfadada, ¿Como que no era su tipo? ¿Que querría decir con aquello? ¿Que yo no le gustaba? Notó mi enfado y se disculpó- Lo siento, no quería decir eso, preciosa. -Dijo, sonriendo de nuevo.-
- ¿Quién ha dicho nada de solucionar las cosas? No te voy a perdonar. Me dijiste de todo. Y, deja de llamarme así.
- Primero y único punto, me perdonarás, estoy seguro, no porque me lo gane o no, por otros motivos que tú y yo sabemos -No sabía que me estaba queriendo decir con aquello-
- ¿Que motivo? -Pregunté dudosa-
- Él sonrió de lado cuando le dije aquello, y se acercó a mi oído, yo ni me moví, aunque me ponía nerviosa cuando se me acercaba tanto- Porque cuando termine de ganarte, estarás tan enamorada de mi, que harás lo que sea para estar a mi lado, incluso perdonar todo el pasado -Lo dijo en un leve susurro, me miró a los ojos y me dio un pequeño beso en la nariz- Preciosa -Concluyó con aquella palabra, y me miraba con aires de superioridad, si, había conseguido dejarme sin habla, pero no iba a callarme-
- No sabes lo que te odio Louis William Tomlinson. -Salí de la habitación, fulminándolo con la mirada, y me dirigí a la ducha.
- ¡El sentimiento es mutuo preciosa! -Oí que gritaba mientras yo subía las escaleras-

Sí, todo eso hizo que entrara en su juego, y no me iba a enamorar de el...(Aunque, ya lo estaba....), es más...él se iba a enamorar de mí. Yo iba a ganar este juego.

Busqué ropa en el armario, hoy quería ponerme algo distinto, empezaba la primera fase, provocarlo, estuve unos 10 minutos rebuscando en el armario, encontré lo que buscaba, unos shorts demasiado cortos, que casi enseñaban mi trasero, y una camiseta, con demasiado escote.

Salí del baño, y me dirigí al gimnasio de la casa, sabía que Louis estaría allí, cuando me vio entrar, noté como se le abría un poco la boca, se había quedado pasmado, pero rápidamente volvió a ponerse erguido, y hacer como si nada, a mi me dio la risa, observé que delante de las pesas que era lo que él estaba haciendo en esos momentos, estaban las cintas corredoras, la verdad yo no era nada partidaria de hacer ejercicio, pero todo sea por el famoso jueguecito, comencé a correr, y pude notar como a Louis se le iban los ojos a mi trasero de vez en cuando, a través del espejo, yo sonreía satisfactoria, después de estar un tiempo haciendo ejercicio, decidí salir a la puerta a ver si llegaban los demás, vi que
Louis dejaba las pesas en su sitio, también estaba decidido a salir de allí, yo estaba sudando, y tenía mucho calor, había estado casi una hora corriendo por culpa del maldito juego, espero que no fuese así siempre, pero antes de salir, no me quedé callada -Uff, que calor tengo, déjame esa botella Louis -Le quité la botella de las manos, y me le eché encima de la camiseta, sonreí al ver como Louis me miraba, de momento, los puntos les tenía a mi favor, al ir a salir de allí, noté como me agarraba y me empotraba contra la pared, encerrándome con sus brazos a cada lado, mirándome con ojos de deseo, yo sonreí al ver que mi plan surgía efecto-

-¿Porqué me haces esto? -Me preguntó respirando entrecortadamente-

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